Acerca del proyecto
Sevilla, 28 de febrero de 1845. El pleno del ayuntamiento aprueba el encargo del nomenclátor de las calles a la fábrica de cerámica Pickman y Cía, La Cartuja de Sevilla.
Las esquinas de la ciudad empiezan a llenarse de unos azulejos de cinco pulgadas y medio de alto, con letras en relieve pintadas de negro sobre fondo blanco. Éstas van sustituyendo a las placas cerámicas anteriores, instaladas por el Intendente Olavide en 1771, aún hoy presentes en muchas fachadas pero en serio peligro de desaparición por el abandono y el expolio. En la década de 1870, las nuevas placas de Pickman rotulan ya calles no solo en Sevilla, sino en Cádiz, Córdoba, Extremadura y hasta en las Canarias.
2021. Más de un siglo y medio después, estas letras de curvas sinuosas que nombran y renombran los espacios públicos de Sevilla forman una parte indisoluble de su identidad gráfica; pero nunca nos hemos preguntado, o nos han contado que sepamos, el origen de esas curvas.
El proyecto JUSTA Y RVFINA nace en pleno confinamiento. Un grupo de diseñadores, ilustradores y tipógrafos decide documentar este patrimonio visual de las calles de Sevilla, buscando el origen histórico de sus formas y características, y digitalizarlas en forma de fuentes tipográficas de descarga y uso gratuito, devolviendo a la ciudadanía un cachito de su cultura. Esa búsqueda nos lleva a plantear una hipótesis polémica para la idiosincrasia sevillana: su más que posible origen anglosajón. Cuando Carlos Pickman, crea su factoría cerámica en el monasterio cartujo de Santa María de las Cuevas a principios del XIX, se trae de Inglaterra no solo maquinaria y avances técnicos, sino también artesanos y modelos estéticos. Además, al investigar en catálogos de fundiciones tipográficas victorianas, salen a relucir las coincidencias estilísticas entre la sevillana y fuentes en boga en el mundo anglosajón de esa época (conocidas como toscanas o italianas en EEUU, en un doble y sorprendente salto geográfico de esta historia, donde construyeron el tropo tipográfico del Far West).
Así, nuestro proyecto se plasma finalmente en dos fuentes hermanas, Justa y Rvfina —errata intencionada—. Breve apunte histórico: según la tradición, las santas Justa y Rufina, hermanas y patronas de la ciudad, eran dos humildes cristianas nacidas en la Hispalis romana, alfareras de oficio, que sufrieron martirio por destruir una estatua de Venus. Segundo breve apunte: de 4.500 calles que tiene Sevilla, solo 450 tienen nombre femenino; si de esas 450, quitamos las que no nombran a personas, o se dedican a vírgenes, religiosas, nobles, reinas y personajes de ficción, solo nos quedan 17 calles dedicadas a mujeres que han destacado por su vida o su trabajo (datos de 2020).
Con Justa hemos tratado de expresar nuestra versión del canon perfecto usado por los artesanos de La Cartuja de Sevilla allá por 1845. Al no haber encontrado los moldes originales, hemos partido de documentación fotográfica e histórica para redibujar las letras y completar la fuente con los signos que no se necesitan en la rotulación de calles pero son necesarios para componer textos, imaginándonos así un modelo puro e inmaculado. Lejos de las copias de bajísima calidad que compran los turistas para usar de imán en su nevera. Abajo y a la izquierda, Rvfina surge de la observación y documentación fotográfica realizada en las calles de Sevilla. Vimos que en multitud de rótulos conviven letras con tamaños y acabados distintos, letras colocadas al revés, otras distorsionadas y de difícil legibilidad o incluso caracteres que sustituyen a otros (uves en vez de ues o aes haciendo de uves y viceversa).
Nueva hipótesis: en 175 años de vida, renovación de elementos dañados o desaparecidos, rotulación de nuevas calles, etc. se han ido usando placas distintas a los moldes originales, en un proceso de copia leal o desleal pero constante entre talleres, que tuvo como resultado una modificación o evolución en múltiples direcciones de las formas iniciales, en algunos casos con resultados simplistas, en otros sorprendentes. Además de deliciosas erratas como la calle San Kermenegildo. Así, siguiendo esta hipótesis y como metáfora de las dos Sevillas, Rvfina recoge esa falta de uniformidad acelerada, bastarda y mutante en contraste con la pureza y uniformidad de la Justa. Del error, virtud, y del choque de supuestos contrarios, un todo barroco y libertario. Ambas fuentes han sido complementadas con todos los glifos y signos necesarios para su uso en 200 idiomas. Por último, incluimos Suprima, una recopilación de ilustraciones, viñetas y gráficos que suman una capa visual al espíritu dual y crítico de nuestro proyecto.
Todo esto está disponible con una licencia libre para su descarga gratuita en nuestra página web, donde os invitamos a hacer una donación para apoyar la labor de La Carpa, asociación que lucha por los derechos y el bienestar de las personas sin hogar. También ponemos a vuestra disposición una licencia comercial, por si quieres usarlas en un proyecto con ánimo de lucro. SUPPORT YOUR LOCAL MIARMERS.
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